Industricidio argentino: El sector pyme de nuevo en crisis

Acindar

El debilitamiento de las industrias tiene una repercusión directa en el consumo y acceso a servicios básico de los y las argentinas. Foto: Tiempo Argentina.


16 de diciembre de 2024 Hora: 13:06

La fragilidad de las pequeñas y medianas empresas revela las fallas estructurales de un modelo económico que prioriza los intereses ajenos sobre el bienestar del pueblo trabajador.

En octubre, la industria pyme argentina se vio sumida en una nueva crisis, con un descenso interanual del 6.5 por ciento que refleja las profundas dificultades que enfrenta el sector. A pesar de un leve repunte mensual del 4 por ciento, que marca el nivel más alto de producción en once meses, la realidad es que la retracción acumulada en los primeros diez meses del año alcanza un alarmante 14.5 por ciento.

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Este panorama desolador no solo pone de manifiesto la fragilidad de las pequeñas y medianas empresas, sino que también revela las fallas estructurales de un modelo económico que prioriza intereses ajenos al bienestar del pueblo trabajador.

El Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP) elaborado por CAME (Confederación Argentina de la Mediana Empresa) muestra que, de los seis sectores analizados, solo dos lograron mejorar sus números en comparación interanual. Los sectores más golpeados fueron “Papel e Impresiones” (-20.6 por ciento) y “Alimentos y Bebidas” (-13.1 por ciento), evidenciando cómo las políticas económicas actuales han llevado a una caída drástica en la producción y el consumo.

La situación del sector alimentario es particularmente preocupante. Con una caída anual del 13.1 por ciento y una baja acumulada del 15.6 por ciento en lo que va del año, las industrias operan apenas al 63 por ciento de su capacidad instalada.

La recesión ha hecho mella en el consumo, afectando especialmente a productos como la cerveza y las gaseosas. Las empresas se ven obligadas a ajustar sus stocks ante la caída de ventas, lo que repercute directamente en los trabajadores: menos producción significa menos horas laborales y salarios aún más ajustados.

Por otro lado, el sector textil e indumentario presenta un crecimiento marginal del 0.2 por ciento anual. Sin embargo, este aumento no oculta el hecho de que acumula una caída del 6 por ciento en lo que va del año.

Aunque algunos comercios han incrementado sus existencias para las festividades gracias a una leve estabilidad de precios y opciones de financiamiento, el temor persiste ante la creciente competencia extranjera y la falta de grandes pedidos. En ese sentido, la dependencia a las importaciones sigue siendo un lastre para la industria local.

Los sectores metalúrgico y químico también reflejan esta tendencia negativa. A pesar de registrar crecimientos mensuales del 5.1 y 7.4 por ciento, respectivamente, ambos acumulan caídas significativas en su producción anual.

Si bien las empresas realizan inversiones para mejorar su competitividad, sus acciones son insuficientes frente a un entorno económico hostil donde los altos costos ajenos al proceso productivo son cada vez más insostenibles.

La reciente decisión del grupo siderúrgico Arcelor Mittal de suspender a 700 trabajadores en su planta Acindar en Villa Constitución es un claro ejemplo de cómo esta crisis se traduce en desempleo real para miles de familias argentinas.

Con una producción reducida al 50 por ciento debido al ingreso masivo de importaciones desde países como China y Polonia —consecuencia directa de las políticas económicas impulsadas por el gobierno de la motosierra— se abre un escenario sombrío para los trabajadores metalúrgicos.

Las suspensiones anunciadas por Arcelor Mittal no son solo cifras frías; representan angustia e incertidumbre para aquellos trabajadores que ya enfrentan condiciones laborales precarias. Según declaraciones recientes del secretario General de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) local, Pablo González, muchos empleados viven por debajo de la línea de pobreza y enfrentan dificultades incluso para acceder a beneficios básicos como la caja navideña.

La encuesta cualitativa realizada entre empresarios pymes revela un clamor generalizado por medidas urgentes: el 61.4 por ciento exige reducción de impuestos nacionales y provinciales como solución inmediata. Cabe resaltar que la supervivencia de miles de familias trabajadoras dependen directamente de estas industrias.

Es imperativo que desde una perspectiva latinoamericanista se reconozca la importancia estratégica de fortalecer nuestras economías locales frente a las injerencias externas. La historia ha enseñado que depender de mercados internacionales volátiles solo conlleva a ciclos interminables de crisis.

Autor: teleSUR: cc - MMM

Fuente: Tiempo Argentino - AER